¿Qué son las Enfermedades No Transmisibles (ENT) y cómo reducir los factores de riesgo?

Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) son aquellas que no se dan a causa de un virus, bacterias, o como consecuencia de una infección y por lo tanto no son contagiosas o propagables entre las personas. También son conocidas como enfermedades crónicas, ya que suelen ser de larga duración y progresión lenta.

A pesar de que no son contagiosas, son la principal causa de muerte a nivel mundial. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) las ENT cobran la vida a más de 41 millones de personas al año, lo que equivale al 74% de todas las muertes a nivel mundial.[i]  Es decir, más de la mitad de las muertes anuales son causadas por este tipo de enfermedades. Y de este total, 5.5 millones corresponden a la región de Américas.[ii]

¿Cuáles son las ENT?

Seguramente conoces a alguien cercano que padezca alguna de estas enfermedades entre las que podemos mencionar, las cardiovasculares, la diabetes, las enfermedades pulmonares crónicas y algunos tipos de cáncer.

Con el surgimiento de COVID-19 fue importante para las personas conocer y comunicar si padecían alguna Enfermedad No Transmisible, debido a los pacientes contagiados con el virus en conjunto con una ENT son considerados de mayor riesgo de gravedad y de mortalidad.

¿Qué provoca estas enfermedades?

Las enfermedades no transmisibles son resultado de varios factores: genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento, como tener una dieta poco saludable, un estilo de vida sedentario, el consumo nocivo de tabaco y alcohol, entre otros.

¿Se pueden prevenir las ENT?

Si bien, hay factores que no podemos modificar porque tienen que ver con la genética, también existen factores conductuales modificables y de riesgo metabólico, que podemos controlar y cambiar para disminuir el riesgo de padecer alguna ENT.

Factores de riesgo conductuales - modificables:

Como su nombre lo dice, tenemos la capacidad de tomar acción y hacer cambios que nos ayuden a alejarnos de las ETN.

  • Consumo del tabaco. Este es un factor de riesgo que cobra la vida de 7.2 millones de personas al año e incluye a los fumadores pasivos, es decir aquellos que no fuman, pero respiran el humo de alguien más y, por tanto, está consumiendo al tiempo del fumador, nicotina y químicos tóxicos.

  • Consumo de sal. A este factor de riesgo se le atribuyen 4.1 millones de muertes anuales por la ingesta excesiva de sodio (sal). Reducir la ingesta de sal y asegurar un consumo moderado puede tener un impacto positivo en millones de personas.

  • Consumo de alcohol. Evitar este hábito puede prevenir más de 3 millones de muertes al año.

  • Falta de actividad física. Un estilo de vida sedentario es responsable de por lo menos 1.6 millones de muertes anuales. El incluir actividad física moderada es una de las principales recomendaciones para un estilo de vida saludable y reducir los factores de riesgos de las enfermedades no transmisibles.

Factores de riesgos metabólicos:

  • Aumento de la tensión arterial. Es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes arteriales. Cuando la presión arterial aumenta se conoce como hipertensión, la cual está presente entre el 20% y el 35% de la población adulta de América Latina y el Caribe según la OMS.[iii] Un monitoreo de la presión arterial puede generar acciones oportunas de prevención.

  • Sobrepeso y obesidad. La OMS lo define como la acumulación anormal o excesiva de grasa en una persona. En 2014, había 300 millones de adultos con sobrepeso y de esos, más de 100 millones eran obesos.[iv] La actividad física y una dieta equilibrada son acciones fundamentales para disminuir este factor de riesgo.

  • Hiperglucemia. Es la elevada concentración de glucosa en la sangre, también conocida como diabetes. La OMS estima que 62 millones de personas en Latinoamérica vive con diabetes tipo2. Este es un factor de riesgo que puede controlarse y modificarse con acciones de autocuidado como automonitoreo y un estilo de vida saludable.

  • Hiperlipidemia. Elevada concentración de grasa en la sangre. Los dos tipos más importantes de grasa son los triglicéridos y el colesterol. Según el estudio de Latin American Consortium of Studies in Obesity (LASO)[v] que incluyó 8 países de Latinoamérica (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela) con una muestra de 31,009 participantes se encontró que el 53.3% de las personas tiene bajos niveles de colesterol bueno y el 25.5% tiene triglicéridos elevados.

Conocer periódicamente el estado de estos índices en la salud, mediante las acciones de autocuidado descritas y la consulta a un profesional de salud, puede ayudar a determinar los hábitos para modificar estos factores de riesgo.

 

¿Cuál es el impacto que tienen las ENT?

 Además de las consecuencias en la salud de las personas y muertes asociadas, las ENT suelen tener tratamientos costos, y en algunas ocasiones (dependiendo de la gravedad) pueden incapacitar a las personas, afectando su desempeño en el trabajo y, por lo tanto, impidiéndoles percibir ingresos.  Esto genera un impacto importante en la calidad de vida de la población y el uso de los recursos de los sistemas de salud, razón por la cual muchos países están buscando la forma de reducir los factores de riesgo asociados a estas enfermedades y orientando sus políticas de salud hacia la atención primaria, que según la OMS, “va desde la promoción de la salud y la prevención de enfermedades hasta el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos, y tan próximo como sea posible del entorno cotidiano de las personas; para garantizar el mayor nivel posible de salud y bienestar y su distribución equitativa mediante la atención centrada en las necesidades de la gente tan pronto como sea posible.[vi]

El impacto de las enfermedades no transmisibles puede reducirse con la adopción de estilos de vida saludable y el empoderamiento de todas las personas para la práctica del autocuidado. Según la OPS, se podrían evitar millones de defunciones prematuras, la pérdida de productividad y las dificultades económicas de las familias, pues el gasto en la prevención y el tratamiento de las enfermedades no transmisibles es una inversión. Por ejemplo, una reducción de 10% de la tasa de mortalidad por cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, reduciría las pérdidas económicas en los PIBM en alrededor de US$ 25.000 millones por año, lo cual es tres veces superior a la inversión necesaria para que las medidas produzcan estos beneficios (WEF 2011)[vii]. “La manera más eficiente de prevenir y controlar la progresión de las enfermedades crónicas, es mediante el estudio integral de los factores relacionados con la dieta” – OMS[viii]

Para poder lograrlo, es importante que todos tomemos cartas en el asunto; gobiernos, instituciones no gubernamentales, instituciones de salud y la más importante: la sociedad, quienes somos los que podemos hacer grandes cambios. Como individuos, el autocuidado es nuestra mejor herramienta. Tenemos el poder absoluto de tomar decisiones y acciones para generar hábitos saludables que nos ayuden a reducir factores de riesgo.

 

Conoce los 7 pilares del autocuidado para mantener y promover tu salud, te dejamos tres de estos para comenzar:

  1. Alimentación saludable: Recuerda que siempre será mejor mantener un equilibrio en todos los grupos de alimentos, comer alimentos naturales y evitar los procesados, con exceso de grasa, azúcar, sal y harinas. Complementa tu ingesta de nutrientes con la ayuda de suplementos alimenticios.

  2. Actividad física: Muévete, cambia tu estilo de vida sedentaria y sal a caminar 35 minutos al día o hacer algún deporte. Además de sentirte con más energía, ayuda a mejorar tu estado de ánimo, y mejorar tu metabolismo, entre otros beneficios.

  3. Educación en salud: Promueve la capacidad de cuidar o mantener un buen estado de salud. Para esto es necesario informarse, conversar con los profesionales de salud, conocer los productos y servicios de autocuidado disponibles, generar una cultura de prevención y de diagnóstico temprano, ya que está comprobado que una enfermedad tratada en sus inicios reduce los costos de tratamiento y en algunos casos, se puede curar, aumentando la esperanza de vida.

 

Toma el control de tus hábitos de vida saludable. Recuerda que Autocuidado es Salud.



Fuentes:

[i] Enfermedades no transmisibles. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/noncommunicable-diseases

[ii] Enfermedades no transmisibles. https://www.paho.org/es/temas/enfermedades-no-transmisibles

[iii] Países de las Américas presentan beneficios de la iniciativa para reducir el riesgo cardiovascular mediante el control de la hipertensión.https://www3.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=13314:paises-americas-presentan-beneficios-iniciativa-reducir-el-riesgo-cardiovascular-control-hipertension&Itemid=0&lang=es#gsc.tab=0

[iv] Obesity and overweight populations in Latin America.

https://www.thelancet.com/campaigns/kidney/updates/obesity-and-overweight-populations-in-latin-america

[v] Dislipidemia Aterogénica en Latinoamérica. https://www.siacardio.com/editoriales/prevencion-cardiovascular/dislipidemia-aterogenica-en-latino-america-prevalencia-causas-y-tratamiento/

[vi] OMS. Disponible en:

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/primary-health-care#%C2%BFEn%20Qu%C3%A9%20consiste%20La%20Atenci%C3%B3n%20Primaria%20de%20salud?

[vii] Informe TEMÁTICO sobre enfermedades no transmisibles. La carga económica de las enfermades no transmisibles en la región de las Américas. OPS.

[viii] Las dimensiones económicas de las enfermedades no transmisibles en América Latina y el Caribe (paho.org) 9789275319055-spa.pdf (paho.org). 2017 9789275319055-spa.pdf (paho.org)

WHO, Globalization, Diet and Non Communicable disease, 2002 https://www.who.int/news/item/03-02-2021-michael-r.-bloomberg-and-dr-tedros-adhanom-ghebreyesus-call-for-global-focus-on-noncommunicable-diseases-to-save-lives-from-covid-19

https://www.who.int/es/news/item/03-02-2017-early-cancer-diagnosis-saves-lives-cuts-treatment-costs

de Enfermedades. Prof. Valentina Guzmán ND. MSc. PhD Pontificia Universidad Javeriana Grupo Alimentos Nutrición y Salud. 2019

 


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